martes, 25 de agosto de 2015

Caso: Ruinas de la Capilla San Alberto Hurtado de Santa Rosa de Lavaderos

Tras el terremoto del 27 de febrero del 2010 la Capilla de Santa Rosa de Lavaderos sufrió graves daños los que la dejaron inutilizable, con el ánimo de poder restaurarla y esperando la ayuda del Obispado de Talca pasaron  los años que lo único que provocaron fueron más grietas y debilitación de la estructura.
Con el fin de no perder el lugar de reunión se instaló una media agua prestada por una vecina del sector, a un costado de la Capilla que sirvió para seguir celebrando las misas cada domingo.
Los años pasaron y cada invierno la estructura se debilitaba más, lo que hizo que en el año 2012 en el invierno una de las paredes más dañadas cediera, lo que la debilitó aún más, para que luego el campanario cayera sobre el techo y este a su vez, cediera y con él otra de las paredes.

A esta altura la media agua también ya se encontraba en malas condiciones lo que llevo a que se desarmara y las reuniones y misas se realizaran en el CEC (Centro de eventos comunitario) del sector. Los habitantes de Santa Rosa tras no ver intentos de reconstrucción comenzaron a realizar beneficios con el fin de juntar dinero para nuevamente ellos con sus propios medios intentar la reconstrucción de la Capilla, teniendo claro que ya la restauración no era posible por los daños irreparables que esta presentaba.




















“La Arquitectura no son cuatro paredes y un tejado sino el espacio y el espíritu que se genera dentro”
Lao Tsé, s. IV a. de C.

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